¿Te Atreves a Soñar?

Es en estos momentos del año, cuando algunas veces, las personas realizan una auto evaluación o reflexionan sobre muchas cosas; entre ellas me interesa destacar la evaluación de los proyectos y las metas, lo logrado y lo no logrado en el correr del año, lo que se pudo o no se pudo hacer o decir.

Donde es importante tener en cuenta la motivación que hemos tenido y la intensidad emocional con la cual valoramos, pues hay personas que suelen valorar de forma negativa o positiva su año.

Todo lo que nos proponemos hacer, forma parte de nuestros proyectos o metas sean cuales sean; a largo o corto plazo, que pueden ir según nuestra escala de valores ,desde lo más simple a lo más complejo;  como un paseo, un viaje, un diploma, componer una canción, obtener un bien material,una casa, realizar un cambio de trabajo etc. 
Ellos nos constituyen como persona, conforman nuestra identidad, nos hacen sentir parte de una comunidad y nos dan un sentido. Proporcionan una base y nos posibilitan lo que llamamos avanzar en nuestro camino y proyectarnos en un futuro.

El hecho es que somos seres complejos; durante nuestra vida estamos en constante cambio y sujetos a diversas transversalidades  bio-psico-sociales que hacen a nuestra existencia.    

A medida que avanzamos en nuestro desarrollo, dichas transversalidades exigen de nosotros la toma de decisiones a diario.
Donde se implican los miedos y los temores propios de la persona y la percepción de los demás con respecto a ello.
Ver esa toma de decisiones como una oportunidad, o como un obstáculo, depende exclusivamente del cristal con que se mire, o sea de la persona.


Al tomar decisiones, estamos de forma constante,poniendo a prueba nuestras capacidades y asumiendo riesgos. Lo cual implica aceptar que también dejamos atrás otras decisiones que pudieron haber modificado el rumbo de la situación. 

Es decir que aunque no lo notemos, diariamente optamos, elegimos, ejecutamos y cambiamos situaciones, eso nos demuestra que sea cual sea nuestra opción siempre habrá posibilidades de mejorar.

Por ello es importante considerar todas las aristas al momento de valorar una situación. 

Tener en cuenta que los altibajos son parte de los logros y de los fracasos, que ser extremista inclina la balanza hacia un solo lado. Y no permite pensar claramente, y se reducen las posibilidades de tener en cuenta el complejo de factores que influyen para que una situación suceda de una forma u otra.

Así como juzgamos ciertas experiencias, debemos tomar en cuenta lo que se aprende de ella para estar mejor preparados para la próxima vez, sin dejar que los miedos impidan los próximos intentos. También debemos tomar en cuenta cuánto estamos dispuestos a perder en el modo en que afrontamos las situaciones.

Es importante valorar nuestra forma de afrontar las situaciones y confiar un poco más en nuestras capacidades, nuestra creatividad, lo cual permite ampliar nuestra zona de confort y de aprendizaje de forma constante.